Es indudable que la práctica de ejercicio tiene una incidencia positiva directa en nosotros a muchos niveles.
A nivel físico, los beneficios de realizar deporte regularmente son evidentes cuando introducimos el deporte en nuestro día a día :
- Mejorar la salud cardiovascular (pasos para mejorar condición física)
- Definir y tonificar nuestro cuerpo
- Perder peso
- Etc.
¿Y a nivel emocional? ¿Nos hemos planteado cuántos beneficios psicológicos existen a la hora de practicar deporte?
En el siguiente post vamos a comprobar cómo la actividad física impacta positivamente en nuestras emociones y bienestar general, cómo mejora nuestra calidad de vida, aumenta nuestra autoestima y nos otorga una maravillosa sensación de felicidad.
Beneficios psicológicos de hacer ejercicio físico
Durante las últimas décadas, la ciencia ha llevado a cabo hallazgos sobre cómo la práctica de ejercicio puede mejorar nuestras funciones cognitivas independientemente de nuestra edad o condición física.
Por tanto, el deporte se ha convertido en el complemento perfecto para prevenir y tratar algunas enfermedades mentales. Mantenernos activos, sin duda, incrementa nuestra calidad de vida además de cuidar nuestra salud.
El ejercicio mejora la autonomía, la concentración y la agilidad mental y otorga sensaciones de optimismo y euforia.
Por todos estos motivos y muchos más, el ejercicio físico es uno de los hábitos más saludables que cualquier persona a cualquier edad puede tener.
A continuación, vamos a ver los mejores beneficios psicológicos de practicar deporte regularmente e integrarlo en tu vida:
Previene enfermedades física y mentales
La práctica de deporte evita el sedentarismo y por tanto, previene enfermedades neurovasculares o coronarias.
Por otro lado, los médicos recomiendan a los pacientes con depresión incluir el deporte en su rutina habitual, pues mejora considerablemente su calidad de vida, aliviando los síntomas de la enfermedad.
De hecho, cualquier tipo de ejercicio es recomendable en casos de ansiedad o depresión debido a que ayudan a disminuir la tristeza, teniendo un impacto positivo tanto en el cuerpo como en la mente.
Aumenta la sensación de bienestar y felicidad
Cuando practicamos ejercicio nuestro cerebro libera endorfinas, las sustancias químicas responsables de una sensación muy placentera de felicidad y euforia.
Mover nuestro cuerpo significa estimular y expandir nuestra energía, liberar preocupaciones de la mente y aumentar la sensación de bienestar.
Además, el ejercicio físico reduce la intensidad de emociones negativas como la agresividad, la ira, la ansiedad o la depresión. Según los expertos, hay estudios que confirman la incidencia positiva que tiene el deporte en las personas con depresión.
El cuerpo produce endorfinas durante y un tiempo después del ejercicio, llevándonos a un estado de mayor bienestar físico y emocional.
Combate el estrés y la ansiedad
Incluir el deporte en nuestra rutina implica la producción de noradrenalina, un neurotransmisor que nuestro cerebro libera antes y después de hacer ejercicio, y que le ayuda a moderar sus funciones ante situaciones de estrés.
Además, una vez realizado el ejercicio, ayuda a calmar la tensión muscular acumulada.
Realizar una sesión de cardio permite al cuerpo relajarse con posterioridad, aliviando tensiones y reduciendo síntomas de la ansiedad tales como el insomnio y los dolores musculares.
La práctica de disciplinas como yoga, pilates o taichi son muy buenos aliados para disminuir la ansiedad crónica, aparte de despejar tu mente trabajando la respiración.
Incrementa tu productividad
Hacer deporte con regularidad implica eliminar los niveles de estrés de forma más eficaz. Descansar del trabajo, entrenar y volver a retomar el trabajo, aumenta considerablemente el rendimiento, especialmente por la mañana o a mediodía.
Además disminuye la sensación de fatiga, la persona siente mucha más energía y una mayor capacidad de trabajo, incrementándose la capacidad de concentración.
Aumenta la autoestima
El ejercicio nos hace sentir mejor con nosotros mismos y con nuestro físico. A nivel mental mejora nuestra autopercepción y capacidad de superación.
Verte mejor físicamente te hará sentir más seguro de ti mismo y con mayor autoestima, independientemente de tu género, edad o peso.
El estado de ánimo se eleva consiguiendo mejorar la confianza en ti mismo.
Mejora las relaciones sociales
Cuando sentimos una mayor confianza en nosotros mismos, implica más ganas de interactuar a nivel social, pues estamos seguros y con más recursos a la hora de socializar.
Esto repercute en más posibilidades de llegar a los demás.
Hacer deporte en grupo es una gran forma de motivarse y conocer a gente nueva.
Una autoestima sana y un estado emocional estable mejoran la cantidad y la calidad de las relaciones sociales. El motivo es que al sentirnos bien proyectamos seguridad y generamos admiración al resto de personas.
Previene enfermedades cognitivas
A medida que nos hacemos mayores crece el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas. Realizar deporte consigue aumentar las sustancias químicas del cerebro que previenen la degeneración de las neuronas del hipocampo.
Además, practicar ejercicio físico de forma regular está asociado con un menor riesgo de mortalidad, pues incrementa los años de vida y disminuye la posibilidad de sufrir de enfermedades cognitivas.
Tener activado el cerebro gracias a la actividad física disminuye el riesgo de sufrir un infarto cerebral o de padecer demencia y Alzheimer.
Los ejercicios aeróbicos son ideales para desarrollar una mejor salud cognitiva, física y mental, en especial en personas con patologías crónicas.
Desarrolla el rendimiento cerebral
La neurogénesis consiste en que tu cerebro, al hacer deporte, produce más neuronas y más conexiones entre ellas.
Por lo que el ejercicio tiene la capacidad de producir más y mejores conexiones neuronales, mejorando el rendimiento y la capacidad cerebral.
Además evita un deterioro de la memoria, pudiendo aprender de manera más rápida y eficaz.
Algunas investigaciones afirman que el entrenamiento físico aporta grandes niveles de proteína BDNF, que segrega el cerebro. Esta proteína influye de forma positiva en el aprendizaje, en la toma de decisiones y en los pensamientos.
Últimas recomendaciones
En resumen, el ejercicio físico es una forma sencilla y natural de mejorar tu calidad de vida y prevenir enfermedades, por lo que el deporte se prescribe cada vez con más frecuencia para tratar ciertas dolencias.
Lo ideal sería incorporarlo como hábito y mantenerlo en el tiempo, para poder ver sus múltiples beneficios a largo plazo. Por eso es importante determinar qué tipo de ejercicios hacer y con qué frecuencia, marcándose una meta factible. Solo así será más fácil mantener el hábito.
Practicar deporte es sano para tu cuerpo y para tu mente, por eso, desde OTF te asesoramos para que cumplas tus objetivos y te sientas saludable por dentro y por fuera.
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